Jony es un gato que vino a nuestro centro veterinario de Barcelona porque en casa habían notado que últimamente bebía y orinaba mucho, mostrando menos actividad diaria. También habían notado que al principio vomitaba esporádicamente contenido de la comida, pero últimamente vomitaba mucho más a menudo.
Realizamos una serie de pruebas para determinar si existía alguna patología que pudiera provocar estos síntomas. Estas pruebas consistieron en una analítica de sangre completa y dos pruebas de diagnóstico por imagen: radiografías y una ecografía.
A Jony se le diagnosticó una insuficiencia renal debido a calificaciones en la pelvis y cálices renales, así como atrofia renal en uno de sus riñones, por lo que este riñón no estaba haciendo su función y estaba provocando que Jony no se encontrara bien .
Se planteó una nefrectomía para eliminar ese riñón que no estaba haciendo su función y así poder mejorar los síntomas.
Una nefrectomía consiste en sacar uno de los riñones que, por cualquier motivo, ha dejado de funcionar o no funciona correctamente, haciendo que el paciente tenga síntomas cada vez más acusados de una insuficiencia renal.
En el caso de Jony, se optó por una nefrectomía por laparoscopia, que consiste en extirpar el riñón a través de unas pequeñas incisiones que se realizan en el abdomen, con una cámara y pinzas especiales que sellan los tejidos. La laparoscopia permite intervenir sin realizar una incisión tradicional, la cual sería muy grande en comparación con las incisiones de una laparoscopia.
De esta forma, reducimos el riesgo de infecciones, se produce menos dolor en la intervención y, por tanto, necesitamos menos anestesia durante la intervención y menos analgésicos en el postoperatorio, el tiempo de ingreso de recuperación se disminuye drásticamente y las complicaciones postoperatorias son mucho menores.
Jony recibió el alta al día siguiente y mostró normalización analítica a las 72 horas de su intervención. Se ha recuperado muy bien y puede volver a realizar una vida normal.